SAN BABIL
El día 24 de enero se celebra la festividad de San Babil, uno de los santos celebrados con hogueras.
La fiesta comienza a prepararse después de Reyes. Los niños se agrupan en cuadrillas y durante los días anteriores al 24 de enero recorren las fincas cercanas al pueblo, cortando las zarzas de los ribazos. Se utilizan para ello, todo tipo de orca, forcates, tijeras y sogas y se buscan las zarzas más grandes posible. . Pero ya se sabe que las zarzas, si las cortas las podas y si las quemas, las femas.
La culminación de la fiesta es el día de San Babil, en el cual se quemaran las zarzas de cada cuadrilla, en varias hogueras repartidas por todo el pueblo. Cuando las llamas flojan, se salta la hoguera y se asan chorizos, longanizas, patatas,... se hace una merienda, que termina con un chocolate hecho. En ocasiones sólo existe ese chocolate para merendar.
Antiguamente, según me cuentan mis abuelos (ellos eran pequeños y no había televisión), la fiesta estaba mucho más arraigada y por todos los rincones del pueblo, se veían cuadrillas de vecinos, amigos,... al calor del fuego, cantando bailando y comiendo chocolate, hasta altas horas de la madrugada.
Más tarde, cuando todavía yo era pequeño, la gente recorría todo el pueblo viendo las hogueras que se quemaban una detrás de otra, para finalizar en la más grande, que solía ser en la Plaza Grande (plaza de San Nicolás).
Las llamas eran tan altas que había que buscar un sitio por el cual no pasaran los cables eléctricos, ya que corrían el peligro de quemarse y dejar a todo el pueblo sin luz. Era tal la rivalidad que tenían las cuadrillas para preparar la hoguera más grande del pueblo, que llegaban incluso a quitárselas los unos a los otros. Recuerdo que algún año nos daban fiesta en el colegio por la tarde.
Las llamas eran tan altas que había que buscar un sitio por el cual no pasaran los cables eléctricos, ya que corrían el peligro de quemarse y dejar a todo el pueblo sin luz. Era tal la rivalidad que tenían las cuadrillas para preparar la hoguera más grande del pueblo, que llegaban incluso a quitárselas los unos a los otros. Recuerdo que algún año nos daban fiesta en el colegio por la tarde.
Hoy en día, casi se ha perdido esta tradición; sino hubiera sido por el Focar, que desde 1996, hace una gran hoguera de zarzas en la Plaza Grande, para todo el pueblo y asan chorizos y longanizas, aunque no lo hacen el mismo día de San Babil, sino el siguiente sábado más próximo. Por su parte, la Comisión de Cultura del Ayuntamiento, el mismo día de San Babil, invita a todo el pueblo, en el Mercado, a un chocolate con churros, pero sin hoguera.
Como se ha comentado, lo más tradicional era el chocolate hecho y el saltar la hoguera cuando las llamas flojaban. Las mujeres solían decir, al tiempo que saltaban la hoguera tres veces, lo siguiente:
Por San Babil,
que me cure el perejil.
que me cure el perejil.
y los niños, algo parecido:
Por San Babil,
que me cure la nariz.
que me cure la nariz.
JUEVES LARDERO
Es una de las fiestas con más arraigo en toda España (Jueves anterior al Miércoles de Ceniza).
Lardero es un término de procedencia latina que encierra el concepto de grasa, manteca... Siendo como es este día preludio del carnaval, antesala de la Cuaresma, parece ser que la idea de engrasar el cuerpo ante los días de austeridad es la que dominaba anTaño esta celebración. Nada más indicado para ello que las ricas pitanzas procedentes del la matanza del cerdo. Con el tiempo se transformó en un fiesta de "Panes de Longaniza", según reza la canción, para hacer una merienda.
Por otra parte, al Jueves Lardero también se le llama El Día del Palmo. Esto es así porque este día y por la tarde, la gente se junta para comerse un palmo de longaniza o chorizo que tal como explican otros autores, viene a representar la virilidad de los hombres.
Hace pocos años, allá por 1990, fue el Ayuntamiento, quien propuso comerlo todos los vecinos juntos. Para ello invita, a todo el personal, a comer el tradicional palmo de longaniza y chorizo, mojado todo ello con vino, y verbena que ameniza la Banda de Música en la Plaza de España.
Hace pocos años, allá por 1990, fue el Ayuntamiento, quien propuso comerlo todos los vecinos juntos. Para ello invita, a todo el personal, a comer el tradicional palmo de longaniza y chorizo, mojado todo ello con vino, y verbena que ameniza la Banda de Música en la Plaza de España.
Hay varios dichos entre los cuales podemos nombran los que se dicen en Almonacid:
Jueves lardero
longaniza al puchero.
longaniza al puchero.
Jueves lardero
en tu boca me echo un pedo
y en la mía un caramelo.
en tu boca me echo un pedo
y en la mía un caramelo.
Un hombre, vestido de pordiosero (pobre, vagavundo, indigente,...) recorría el pueblo, haciendo el juego del higuico. Llevaba dos palos; en el extremo de uno de ellos, colocaba una cuerda con un higo seco. Los chicos debían de cogerlo con la boca, sin utilizar las manos, pero, mientras tanto el hombre golpeaba el palo del higo con el otro palo, haciendo moverse el higo y dificultando el juego. Este hombre llevaba unas alforjas, en las cuales llevaba los higos.
Siempre había algún espabilado, que al menor descuido del hombre, se lo llevaba con la mano, siendo encorrido por el pobre y lanzándole insultos como granuja, ladrón,...
Según me contaron mis abuelos, estos hombres solían ser el tio Mariano el Joto, el tio Pantalión,...
Al tiempo que movían el palo con el higo en la punta de la cuerda, recitaban una cancioncilla para reclamar a cuantos más chicos mejor:
Al higuico,
al higuico,
el que lo coja
pa el solico.
al higuico,
el que lo coja
pa el solico.
Esta tradición seguía en los tres días de carnaval, aunque cuando más se veía era el Jueves Lardero. Tradición ya perdida y que, por lo que hemos podído leer en la bibliografía citada, exitía en la mayoría de los pueblos de Aragón.
CARNAVALES
Como en la mayoría de las poblaciones españolas y mundiales, en Almonacid se ha celebrado desde siempre la antesala de la Cuaresmas: tres días de fiesta y disfraces que todavía hoy sigue teniendo mucho arraigo.
VIERNES SANTO
La Procesión de Viernes Santo, comienza alrededor de las nueve de la noche. La música característica para esta procesión son las marchas fúnebres y un canto religioso en latín, que se canta aquí desde hace mucho tiempo, interpretado por la Banda de Música, el MISERERE, dividido en varios número y que lleva el siguiente orden:
El primer número, se canta en la Iglesia, antes de salir; al igual que todos los números del Miserere, lo cantan los jóvenes de la Banda de Música y personas aficionadas. Su ubicación en la procesión, es la última, es decir detrás del paso del Cristo Yaciente y autoridades.
El segundo número es el AMPLIUS, y ha sido siempre cantado por niños, ya que estos tienen la voz aguda que requiere esta estrofa. De oídas se, que allá por 1953-54 fue cantado por Luis Compés Soriano; ya más cercano, 1990-91, cuando se recuperó, por dos de las mejores voces infantiles que ha tenído la Banda, Juan Antonio Compés (hijo de Luis Compés) y Leandro Pablo Martínez; más tarde lo cantaron tres chicas (Asun Berné, Ana López y Noelia Royo) y ya últimamente, estos dos años pasados 1996-97, lo ha cantado nuestro reciente vecino y tenor, José Garrido. Como se ha comentado, este número realza el lucimiento de los solistas "tiples" y suele interpretarse en la Plaza de España.
El número 3, se interpreta en la esquina de la casa de Emerio Arcos. El cuarto es cantado en la Replaceta de la Nava, el quinto en la Replaceta del Hospital, el sexto en la Saltadera y por último el séptimo, ya en el Altar Mayor.
Una vez terminado este último número del Miserere, se canta otro canto, PUEBLO MÍO, el cual requiere, de nuevo, voz solista, que recitará tres estrofas de la Muerte y Resurrección de Nuestro Señor. Terminado este evento, la procesión de Viernes Santo ha terminado.
En la década de los 50 se formó un grupo de personas aficionadas al tambor y que ayudados por los que tocaban el tambor en la Banda de Música, tocaban en la Procesión del Santo Entierro de Viernes Santo.
Poco más tarde Mariano Alonso (Palafó), se compró una corneta y tocaba con este grupo de tambores alguna saeta. Poco a poco, se fueron introduciendo más personas con cornetas, tambores y bombos, llegando a formar una amplia banda.
A raíz de unos problemas surgidos, en 1992 entre el párroco, Benito Aranda y el Focar, la Banda de cornetas y tambores se deshizo. En 1995, con ayuda del Ayuntamiento, la Asociación de padres de alumnos del colegio público y el Focar, se volvió a reorganizar, llegando a tener alrededor de 60 componentes (impresionante). Estos tocan en esta procesión y van situados detrás del paso San Juan. Suelen marcar el paso para los que portan las pianas, aunque todavía hay algunos reacios que no saben que así se trabaja menos.
En la década de los 50 se formó un grupo de personas aficionadas al tambor y que ayudados por los que tocaban el tambor en la Banda de Música, tocaban en la Procesión del Santo Entierro de Viernes Santo.
Poco más tarde Mariano Alonso (Palafó), se compró una corneta y tocaba con este grupo de tambores alguna saeta. Poco a poco, se fueron introduciendo más personas con cornetas, tambores y bombos, llegando a formar una amplia banda.
A raíz de unos problemas surgidos, en 1992 entre el párroco, Benito Aranda y el Focar, la Banda de cornetas y tambores se deshizo. En 1995, con ayuda del Ayuntamiento, la Asociación de padres de alumnos del colegio público y el Focar, se volvió a reorganizar, llegando a tener alrededor de 60 componentes (impresionante). Estos tocan en esta procesión y van situados detrás del paso San Juan. Suelen marcar el paso para los que portan las pianas, aunque todavía hay algunos reacios que no saben que así se trabaja menos.
Como todavía no había pasado mucho tiempo, las piezas no se habían perdido, y pudieron ser interpretadas de nuevo.
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